Story Time 2.0

Este fin de semana fui a Puerto Vallarta por un tramite y me quedé en casa de mis papás. 

Uno de esos días tuve un dolor muy fuerte de cabeza y me maree por lo que mi mamá me llevo a un consultorio cerca de la casa, al llegar mi mamá se quedó afuera pues la perrita venia con nosotras, yo entré a la salita de espera (no tan pequeña) y no aguanté quedarme adentro, un olor nauseabundo estaba ahí. Llegaron mas pacientes y así como entraban se salían, todos esperábamos afuera y mi mamá no entendía que tan fuerte era el olor hasta que por fin la el paciente que se encontraba con la doctora salió y supimos que era él pues inmediatamente el olor se intensificó aun estando nosotros  en la calle. 

Era una persona ya mayor, con un intento de "vendaje" en su pié izquierdo, nos dimos cuenta que el señor tenía gangrena y no podía caminar apoyándose en su pié. El olor que emanaba de el era de verdad insoportable, salió del consultorio para ir a la farmacia justo a un lado. Una señora con su bebé lo acompañaban y todos los presentes creímos que eran familiares pero no, ella nos comentó que lo vio en el IMSS cuando una persona de seguridad le tuvo que pedir que se retirara pues no lo podían atender sin su cartilla, ella se dio cuenta y lo llevó a ese consultorio.  Al salir de la farmacia la señora nos dijo a todos los que estábamos esperando que él necesitaba 400 pesos para sus medicinas así que otra señora dijo que ella se las compraba, mi mamá dijo que ella aportaba con la mitad. Acto seguido la señora entró para pedir las medicinas y mi mamá entró, le dio los 200 y se salió super rápido. Ella me contó que al entrar, las señoritas de mostrador, la señora que se ofreció a comprar las medicinas y mi mamá estaban a punto de vomitar, oler la ropa no les era suficiente aunque el señor ya se había salido. 

Me imagino que tuvieron que desinfectar tanto el consultorio como la farmacia. 

Después de eso nadie entró al consultorio por miedo a alguna infección. 

Fue algo que me hizo sentir muy triste.